Cuando se pierde una persona que realmente quieres y que lleva tu sangre es una pena que solo uno tiene que aprender a llevar, porque no hay remedio para sanar el dolor, la tristeza ni mucho menos que seque las lagrimas, esto de verdad es horrendo.
A veces pienso que mi madre está punto de caer, que lo único que quiere es irse para estar a tu lado y dejarnos a todos para reguardar su pena. Realmente cuando uno pierde a alguien que es de su propia sangre que te vio crecer, escucho tus primeras palabras o de alguna otra forma te reto porque algo se hacía mal...
Como puedo explicar que todo lo que nos esta pasando esta lleno de dudas y que solo tu sabes cuando y como nos darás la verdad.
Se que estas presente entre nosotros, es por eso que siempre que puedo te pido que nos protejas como tu solo sabes, que seas tu la persona que nos brinde los pasos de la felicidad y de nuestros propósitos. Solo espero algún día poder verte y escuchar la voz y tu risa.
Te quiero hermanita.
De donde quieras que te encuentres en el cielo cuidanos, que nada malo nos pase.
Recordarte es una de las alegrías.
